La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a más de 400 millones de personas en todo el mundo.

Es esencial comprender esta afección y aprender cómo mantener los niveles de glucosa en sangre bajo control para vivir una vida saludable y activa.

En este post, exploraremos qué es la diabetes, sus tipos, causas y, lo más importante, cómo mantener la glucemia a raya.

¿QUÉ ES LA DIABETES?

La diabetes es una enfermedad crónica, en la que el organismo no es capaz de regular los niveles de glucosa en la sangre.

Al ingerir los alimentos el cuerpo los transforma en diferentes compuestos, que actuarán como fuente de energía para que las células funcionen correctamente. Uno de estos compuestos, la glucosa, se introduce en las células para cumplir su función con la ayuda de la insulina, hormona producida por el páncreas.

En las personas con diabetes el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera eficiente, lo que genera niveles elevados de glucosa en la sangre, provocando a largo plazo graves problemas de salud.

TIPOS DE DIABETES

En este tipo, el propio sistema inmune ataca a las células del páncreas encargadas de producir insulina, por lo que los niveles de esta hormona son insuficientes o inexistentes.

De esta manera, los pacientes con diabetes tipo 1 deben administrarse diariamente insulina.

Se puede presentar a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes.

En este caso la diabetes está producida por la resistencia de los receptores de insulina, y está ligada a la obesidad.

Hace años su aparición era más frecuente en la edad adulta, pero dadas las tasas de obesidad infantil, cada vez es más común su diagnóstico en etapas de la vida más tempranas.

A menudo no produce síntomas. Por eso es tan importante realizar controles periódicos de los niveles de glucosa en sangre.

Es posible su prevención o el control de sus síntomas mediante un estilo de vida saludable y medicación.

Como su propio nombre indica, es aquella que aparece durante el embarazo.

Generalmente desaparece tras el parto. Sin embargo, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de la vida.

¿CÓMO PODEMOS CONTROLAR LA GLUCEMIA?

La glucemia hace referencia a los niveles de glucosa en sangre. Como hemos visto anteriormente, en la diabetes tipo 2 el organismo no es capaz de utilizar de forma eficiente la insulina segregada por el páncreas y la glucosa no es capaz de penetrar en las células. Existen diferentes hábitos que permiten mantener la glucemia bajo control y, por lo tanto, el manejo efectivo de la diabetes.

La alimentación juega un papel fundamental en la diabetes.

Uno de los aspectos fundamentales de la dieta es la distribución de los alimentos ricos en hidratos de carbono a lo largo del día. Por lo tanto, en vez de realizar 3 comidas abundantes al día, es preferible fraccionarlas en al menos 5 ingestas (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena).

En cuanto a la dieta adecuada, no difiere de la recomendada para un estilo de vida saludable de la población general. Sin embargo, es fundamental que sea individualizada, adaptada a las características de cada persona, su estilo de vida y tratamiento.

Por norma general, se recomiendan alimentos bajos en grasa, limitando el consumo de fritos o cocinados con excesiva grasa, y eligiendo formas de cocinado saludables (al vapor, al horno, a la plancha, asado, papillote, etc.). Además, es fundamental reducir el consumo de azúcares y consumir frutas y verduras; cereales, arroz o pasta integral; frutos secos naturales, como las nueces; legumbres; y productos lácteos bajos en grasa, como leche y queso.

Además, es fundamental evitar las bebidas azucaradas y beber abundante agua, entre 1,5 y 2 litros al día.

La actividad física regular ayuda a que las células utilicen la glucosa de manera más eficiente. Realiza ejercicios aeróbicos y de resistencia, según las recomendaciones de tu médico.

Si el ejercicio es prolongado se deberá tomar antes un alimento rico en hidratos de carbono para prevenir hipoglucemias posteriores, como fruta, un batido o un yogur.

Lograr un mejor control de la glucosa en la sangre, el colesterol y los niveles de la presión arterial ayuda a reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo, como enfermedad renal, enfermedad ocular, enfermedad del sistema nervioso, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

Por esa razón es muy importante controlar regularmente tus niveles de glucosa en sangre con un medidor de glucosa. Además, conocer los niveles permite ajustar el tratamiento según sea necesario.

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Existen medicamentos 100% naturales con acción no farmacológica, que te pueden ayudar a reequilibrar uno o más parámetros metabólicos alterados, como la glucemia, el colesterol o los triglicéridos.

Si tu médico lo receta, toma tus medicamentos o inyecta insulina según las indicaciones. Sigue un horario regular y no te saltes dosis.

Como ves, la diabetes es una enfermedad manejable y, con el enfoque adecuado, es posible mantener la glucemia bajo control. Trabaja en estrecha colaboración con tu médico para desarrollar un plan personalizado que se adapte a tus necesidades. Con el tiempo y el esfuerzo, puedes llevar una vida activa y saludable a pesar de la diabetes.