28 Jun CANDIDIASIS VAGINAL EN VERANO
Con la llegada del buen tiempo aumentan las actividades al aire libre, los días en la playa o piscina y las altas temperaturas. Por todo ello, a pesar de ser una patología frecuente, el riesgo de sufrir candidiasis vaginal en verano se incrementa considerablemente. En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas y las mejores formas de prevenirla.
¿QUÉ ES LA CANDIDIASIS VAGINAL?
La candidiasis vaginal es una infección ginecológica causada por el hongo Candida, siendo la especie Albicans la más frecuente. Este hongo habita de manera natural en la zona íntima femenina, formando parte de la flora vaginal junto a otras bacterias beneficiosas para la protección ante infecciones y defensa contra microorganismos externos.
Sin embargo, diversos factores pueden propiciar un sobrecrecimiento bacteriano descontrolado, de manera que el equilibrio se altera y en consecuencia la flora vaginal, disminuyendo su función protectora.
En la mayoría de los casos las infecciones fúngicas no son graves, pero sí incómodas y molestas. Además, es importante tratarlas en el momento de su aparición, para evitar problemas a largo plazo.
¿QUÉ FACTORES PUEDEN DESENCADENARLA?
Los factores que pueden desencadenar una candidiasis vaginal, son aquellos que pueden alterar la flora vaginal.
Periodos de estrés
El estrés puede provocar diversos problemas físicos y mentales, ya que influye en nuestros niveles hormonales. Esto también puede causar desequilibrios, molestias e incluso provocar infecciones vaginales.
Tratamiento con antibióticos
Los antibióticos pueden matar tanto las bacterias buenas como las malas, lo que puede provocar un desequilibrio en la microflora vaginal.
Actividad sexual
Cambios hormonales
Los periodos de cambios hormonales, como la menopausia, pueden provocar un desequilibrio en la flora vaginal, aumentando la probabilidad de infecciones.
Alta ingesta de azúcares en la dieta
Ropa ajustada
La ropa ajustada puede atrapar la humedad, creando un caldo de cultivo idóneo para el sobrecrecimiento fúngico.
CAUSAS COMUNES DE CANDIDIASIS VAGINAL EN VERANO
Aunque es posible contraer candidiasis en cualquier época del año, es importante tener en cuenta que en verano las probabilidades de sufrir infección por hongos vaginales aumentan un 50%. Los cambios de temperatura, la humedad y las alteraciones en el pH, son los parámetros perfectos para que se altere el equilibrio de la microbiota íntima.
Calor y humedad
Las altas temperaturas y la humedad crean un ambiente propicio para el crecimiento de Candida. Además, el sudor excesivo puede aumentar la humedad en la zona vaginal, facilitando la infección.
Trajes de baño húmedos
Usar trajes de baño mojados durante largos periodos puede aumentar la humedad y el calor, creando un ambiente ideal para el crecimiento del hongo.
Cloro de la piscina
El cloro en las piscinas y otros productos químicos pueden alterar el equilibrio natural de la flora vaginal, haciendo que sea más fácil para Candida proliferar.
SÍNTOMAS DE LA CANDIDIASIS VAGINAL
Los síntomas de la candidiasis vaginal no son graves, pero sí realmente molestos y fácilmente identificables.
Picor e irritación
Una sensación persistente de picor y ardor en la zona vaginal.
Flujo vaginal anormal
Un flujo espeso y blanco, similar a la consistencia del requesón.
Enrojecimiento e hinchazón
La vulva puede verse inflamada y enrojecida.
¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR?
Mantén la zona seca
Cambia rápidamente los trajes de baño húmedos y evita usar ropa interior ajustada. Opta por ropa interior de algodón que permita que la piel respire.
Higiene íntima adecuada
Lava la zona genital con agua tibia y productos suaves, sin perfumes ni colorantes, para no alterar el equilibrio natural de la flora vaginal.
Dieta saludable
Mantén una dieta equilibrada y rica en probióticos, como el yogur, que pueden ayudar a mantener el equilibrio de la flora vaginal.
Lleva ropa ligera y transpirable
Usa ropa suelta y de tejidos naturales para reducir la sudoración y la humedad en la zona íntima.
Probióticos
Es muy importante reforzar la microbiotica vaginal a través de probióticos para que esté sana en todo momento y forme una barrera protectora.
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Es un tratamiento adecuado tanto para mujeres que quieran prevenir desequilibrios en la flora vaginal, como para aquéllas que ya tengan desequilibrios en la misma. De hecho, es recomendable su ingesta tras el tratamiento de candidiasus vaginal o vaginosis bacteriana.
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