22 Ago CÓMO SE CONTAGIA LA VIRUELA DEL MONO
Antes del año 2022, la viruela del mono en humanos se limitaba a epidemias ocasionales, fundamentalmente en la República del Congo (África), o a casos esporádicos directamente relacionados con viajes a África occidental y central o con animales importados de esta región. Sin embargo, desde mayo de 2022 se han informado casos de viruela del simio en aproximadamente 70 países donde la enfermedad no es endémica, sin antecedentes recientes de viajes y sin contacto con un caso importado, demostrándose así una transmisión interpersonal. En este post te contamos qué es y cómo se contagia la viruela del mono, así como sus síntomas más comunes y las formas de prevenir la enfermedad.
¿QUÉ ES LA VIRUELA DEL MONO?
La viruela del mono, también conocida como viruela del simio o viruela símica, es una enfermedad causada por el virus monkeypox (MPXV), también llamado virus de la viruela del mono. Este virus pertenece a la familia ortopoxvirus y está estructuralmente relacionado con el virus de la viruela.
La viruela del mono recibe este nombre porque se detectó por primera vez en colonias de monos en 1958. Consiste en una enfermedad zoonótica, es decir, se transmite de animales (principalmente roedores pequeños, como ardillas) a humanos, aunque también es posible el contagio entre personas infectadas.
¿CÓMO SE CONTAGIA LA VIRUELA DEL MONO?
Actualmente, un elevado porcentaje de los casos reportados pertenecen a hombres que han mantenido relaciones en contextos sexuales de riesgo con otros hombres. Sin embargo, ningún grupo poblacional está excluido y debe valorarse la enfermedad ante la presencia de síntomas en cualquier individuo.
El virus Monkeypox tiene dos formas de transmisión, y ambas están asociadas al contacto directo y estrecho con animales silvestres o con personas infectadas.
Transmisión de animales a seres humanos
Anteriormente a esta alerta, el principal mecanismo de transmisión descrito en humanos ocurría a través de contacto directo o indirecto con mamíferos vivos o muertos, principalmente roedores o primates de zonas endémicas.
En la transmisión de animal a persona, la viruela del simio se transmite tras entrar en contacto físico con un animal infectado a través de líquidos corporales, incluidas las gotas salivales o respiratorias, o el contacto con el exudado de la herida. Esto puede ocurrir a través de mordeduras o arañazos de un animal, o durante actividades como cazar.
Además, la transmisión también es posible a través de la preparación y el consumo de carne de animales infectados.
Transmisión interpersonal
La transmisión interpersonal se produce a través del contacto estrecho y prolongado, y las vías de transmisión reportadas son:
Gotitas respiratorias a las que el individuo se expone tras el contacto prolongado cara a cara o el contacto físico íntimo.
Contacto directo con lesiones infecciosas u otros líquidos corporales, como la saliva.
Mediante fómites, a través del contacto con ropa o sábanas contaminadas con costras o líquidos corporales.
Transmisión materno-fetal a través de la placenta o después del nacimiento por contacto piel con piel.
Actualmente se desconoce si la transmisión puede ocurrir a través del semen o los líquidos vaginales. Se cree que en el brote actual muchos casos se deben a la transmisión durante encuentros sexuales o íntimos, pero es probable que el contagio se haya producido a través del contacto directo con lesiones infecciosas o secreciones respiratorias. Por esta razón no está considerada como una Enfermedad de Transmisión Sexual.
Por lo tanto, los convivientes, las parejas sexuales, otros contactos estrechos y los trabajadores sanitarios tienen un mayor riesgo de infección.
SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA VIRUELA DEL MONO
El periodo de incubación es el tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de los síntomas. Generalmente este periodo suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar y producirse en un intervalo de entre 5 y 21 días.
Tras el contagio, la enfermedad transcurre en dos periodos, con signos y síntomas diferenciados en cada uno de ellos.
Periodo de invasión
Es la primera fase de la enfermedad, y ocurre en los primeros cinco días tras la infección. Los síntomas típicos de esta etapa son:
– Fiebre
– Dolor de cabeza
– Inflamación de los ganglios linfáticos en axila, cuello e ingle (signo característico)
– Dolores musculares, principalmente en la región lumbar
– Cansancio intenso
– Vómitos o diarrea
– Deshidratación
Periodo de erupción
Esta etapa comienza aproximadamente de 1 a 3 días tras el inicio de la fiebre. Su sintomatología está conformada por las diferentes fases del exantema y puede durar de dos a tres semanas.
Generalmente la erupción comienza en el rostro (95%) y se extiende a otras zonas del cuerpo, como las palmas de las manos y las plantas de los pies (75%), párpados y córnea (20%), mucosas de la boca (70%), el cuello, la ingle y las regiones genitales o anales (30%).
En un primer momento, las lesiones son planas y de color rojizo. Posteriormente se llenan de líquido, convirtiéndose en lesiones similares a ampollas o vesículas. A continuación se convierten en pústulas y unos 10 días después finalizan su evolución como costras, bajo las cuales se genera una nueva capa de piel. Cuando la nueva capa de piel está creada, aproximadamente 3 semanas después, se secan y se caen.
El número de lesiones puede oscilar entre unas pocas y varios miles. Es decir, el brote puede ser pequeño e incluso constar de una única lesión en mucosas de la boca, córnea o área genital; o bien el brote puede ser generalizado, pudiendo confundirse con otras enfermedades infecciosas, como varicela o sarampión. En estos casos la particularidad que permite determinar la infección por viruela del mono es la aparición de vesículas en las palmas de las manos y las plantas de los pies, ya que el resto de enfermedades de tipo eruptivo no comprometen estas zonas.
Es importante recalcar que las personas son infecciosas hasta que todas las lesiones se han cubierto de costras, las costras se han caído y se ha formado una nueva capa de piel bajo las mismas.
COMPLICACIONES
Como hemos visto, la viruela del mono puede causar una variedad de signos y síntomas que suelen durar de dos a tres semanas. Por lo general es una enfermedad autolimitada, es decir, los síntomas desaparecen por sí solos o con cuidados de apoyo, como medicamentos para el dolor o la fiebre, y la tasa de mortalidad se sitúa por debajo del 10%.
Las personas embarazadas, los niños y las personas inmunodeprimidas presentan un mayor riesgo de sufrir un cuadro grave de la enfermedad o complicaciones de la misma. Su evolución dependerá del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones, que suelen consistir en infecciones cutáneas secundarias, neumonía, confusión y problemas oculares.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA VIRUELA DEL MONO?
A pesar de que existen varios síntomas que pueden evidenciar el diagnóstico, como la inflamación de ganglios linfáticos o la aparición de vesículas en las palmas de las manos o las plantas de los pies, el diagnóstico definitivo solo puede darse mediante pruebas de laboratorio. Por lo tanto, es necesario acudir a un centro médico.
¿CUÁL ES SU TRATAMIENTO?
Actualmente no existe tratamiento específico frente a la viruela del mono. Generalmente cursa con síntomas leves que desaparecen por sí solos, aunque se requiere manejo hospitalario si los síntomas como la deshidratación, fiebre, diarrea o infecciones bacterianas secunarias son difíciles de controlar.
Los virus de la viruela del mono y de la viruela son genéticamente muy similares, por lo que se suelen utilizar medicamentos antivirales elaborados específicamente para la viruela, como tecovirimat, en los casos más graves.
En cuanto al manejo de los síntomas, suelen utilizarse medicamentos como el Paracetamol, para tratar tanto la fiebre como el dolor, así como la Loratadina, para el tratamiento del escozor cutáneo.
Además, es importante mantener las uñas cortas para evitar el rascado, y limpiar las lesiones con agua y jabón. Los baños de asiento con agua salina templada y el uso de vaselina en lesiones costrosas son otras curas que deben ser realizadas tanto en hospitales como en seguimientos ambulatorios.
Por último, se valorarán medicamentos como los antibióticos tópicos, orales o sistémicos según la necesidad de cada paciente, siempre que exista un caso de sobreinfección bacteriana de la conjuntiva o la córnea o una inflamación de la mucosa rectal.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN GENERALES FRENTE A LA VIRUELA DEL MONO
Para evitar el contagio
– Evitar el contacto íntimo con personas que presenten lesiones en la piel sugestivas de viruela del mono.
– Mantener relaciones sexuales seguras, utilizando preservativo.
– La comunicación con la/s pareja/s sexual/es respecto a la situación de salud forma parte del autocuidado y del cuidado de la/s pareja/s. Si observa lesiones en su pareja hable con ella, eviten el contacto sexual y contacten con el sistema sanitario.
– Evitar el contacto con ropa, sábanas, toallas o utensilios de cocina de personas que estén enfermas.
– Mantener de manera constante una buena higiene de manos mediante lavado con agua y jabón o uso de gel hidroalcohólico, especialmente tras contacto con personas enfermas.
– Si es necesario el contacto con personas enfermas, utilizar mascarilla.
– En los países en donde no se originó esta enfermedad es común que el contagio se dé únicamente por contacto directo y prolongado con las lesiones en piel y mucosas que presentan las personas contagiadas. Sin embargo, el contagio a través de animales infectados es posible y puede reducirse evitando el contacto sin protección con animales salvajes (incluidas su carne y su sangre), especialmente con los que están enfermos o muertos. En los países donde los animales portan la viruela símica, debe cocinarse bien cualquier parte de alimento que contenga carne o partes de animales antes de ingerirlo.
Si presenta algún síntoma
– Acuda a un servicio de urgencias lo antes posible para valorar el caso y recoger las muestras necesarias para el diagnóstico.
– Deberá evitar el contacto estrecho y aislarse hasta obtener el resultado de las pruebas diagnósticas.
– No mantenga relaciones sexuales durante la enfermedad y utilice preservativo durante las 12 semanas siguientes a la recuperación de la enfermedad.
– En caso de que se confirme el diagnóstico, deberá permanecer aislado en casa durante 21 días, a ser posible, en una habitación individual, hasta que las costras se caigan. Además, deberá usar un baño separado y limpiar las superficies que se tocan con frecuencia con un desinfectante o con agua y jabón. También es muy importante utilizar utensilios, toallas y ropa de cama de forma individualizada y lavarlos a 60º.
– Si el contacto es inevitable, deberán extremarse las precauciones y tomar diversas medidas como evitar tocarse (recomendado mantener 1 metro de distancia), limpiarse las manos a menudo, cubrirse las erupciones con ropa o vendajes, utilizar mascarilla y mantener las ventanas abiertas.
Si es contacto estrecho de algún caso confirmado
– Vigile la aparición de síntomas de la enfermedad y tómese la temperatura diariamente durante 21 días desde la última vez que tuvo contacto con el caso.
– Extreme las precauciones durante 21 días, disminuyendo las interacciones sociales y evitando las relaciones sexuales. Cuando sea inevitable, hágale saber a su contacto que ha estado expuesto a la viruela símica.
Por el momento, únicamente se vacunarán personas identificadas como casos estrechos y aquellos que tengan entre 18 y 45 años, mantengan prácticas sexuales de alto riesgo y no hayan recibido la vacuna de la viruela con anterioridad.
Si necesitas más información o quieres que te aconsejemos sobre los protocolos sanitarios o fármacos recomendados, puedes ponerte en contacto con nosotros, o pasar por nuestra farmacia en Gorliz. Estaremos encantados de atenderte.