04 May HIPERTENSIÓN ARTERIAL: QUÉ ES Y POR QUÉ SE PRODUCE
La hipertensión arterial es una condición en la que la presión arterial es más alta de lo normal de manera crónica, es decir, los valores de la presión sistólica y/o diastólica están por encima de los valores considerados normales.
En este post te explicamos por qué se produce y la importancia de llevar un control exhaustivo. No olvides que en nuestra farmacia de Gorliz el servicio de control de la presión arterial es totalmente gratuito.
¿QUÉ ES LA PRESIÓN ARTERIAL?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias mientras circula por el cuerpo.
Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa mediante dos valores. La presión sistólica, que corresponde a la presión que ejerce la sangre sobre las arterias al salir del corazón; y la presión diastólica, que es la que ejerce la sangre sobre las arterias cuando el corazón está en reposo entre latidos.
Es un indicador fundamental de la salud cardiovascular y puede ser afectada por diversos factores como la edad, el sexo, la dieta, el ejercicio, el estrés y algunas enfermedades.
¿QUÉ ES LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL?
La hipertensión arterial consiste en la elevación de los niveles normales de presión arterial de forma continua o sostenida.
En una persona adulta, las cifras normales de tensión arterial están por debajo de 140 de sistólica (popularmente «TA máxima») y 90 de diastólica (popularmente «TA mínima»)
La presión arterial superior a 180/120 mmHg acompañada de sintomatología se considera crisis hipertensiva. Busca atención médica de manera inmediata.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Para entender bien las causas de la hipertensión arterial, es importante saber que existen dos variables que influyen en los niveles de presión arterial: la cantidad de sangre que bombea el corazón y la resistencia arterial al flujo de sangre, es decir, la facilidad o dificultad que pueda tener la sangre para circular por las arterias. De esta manera, cuanta más sangre bombee el corazón y cuanto más estrechas o menos elásticas sean las arterias, mayor será la presión arterial.
Por lo tanto, los principales factores de riesgo para desarrollar una hipertensión arterial son los siguientes:
Edad
El riesgo de tener presión arterial alta aumenta con la edad. Hasta aproximadamente los 64 años, la presión arterial alta es más frecuente en los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta después de los 65 años.
Hábitos y estilo de vida
Obesidad, dieta rica en sal, consumo excesivo de alcohol, consumo de drogas, tabaquismo, estrés crónico o la falta de actividad física.
Factores hereditarios
El aumento de presión arterial no es una enfermedad hereditaria típica en cuanto a transmisión de padres a hijos. Es una enfermedad que se origina por múltiples factores, por lo que sí puede haber una predisposición genética que, sumada al resto de factores de riesgo, contribuya a que se desencadene una hipertensión arterial.
Enfermedades
Algunas enfermedades como la enfermedad renal crónica, la apnea del sueño, el síndrome de Cushing, la diabetes y la enfermedad de las arterias coronarias, pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión arterial.
Medicamentos
Medicamentos para la tos y el resfriado, algunos analgésicos, corticosteroides o píldoras anticonceptivas pueden provocar niveles elevados de la presión arterial.
Embarazo
Es muy importante controlar la presión arterial durante el embarazo, ya que una presión arterial elevada puede ser un indicador de una condición médica grave llamada preeclampsia, que puede poner en riesgo la salud de la madre y el feto.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL?
La sintomatología que acompaña a la tensión arterial alta es muy variada. De hecho, es muy común que no produzca ningún síntoma y su descubrimiento sea casual tras un chequeo médico.
Cuando los síntomas aparecen, estos suelen ser los más frecuentes:
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Hemorragias nasales espontáneas.
- Inquietud o nerviosismo.
De forma menos frecuente, puede aparecer:
- Dolor de cabeza intenso.
- Sensación de frialdad y angustia.
- Temblor.
¿CUÁLES SON LAS COMPLICACIONES DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL?
El exceso de presión en las paredes de las arterias que provoca la presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos del cuerpo. Cuanto más alta sea la presión arterial y más tiempo pase sin controlarse, mayor será el daño.
Hipertensión aguda
Una subida brusca e importante de la presión arterial puede producir síntomas muy variados como alteraciones de la visión, dolor torácico o alteraciones neurológicas. El combo de presión arterial superior a 180/120 mmHg más sintomatología se denomina crisis hipertensiva y necesita tratamiento de urgencia.
Hipertensión crónica
Las complicaciones derivadas de la hipertensión arterial crónica dependen del control que se haya hecho de ésta o de su asociación con otras patologías.
A nivel general el daño vascular puede ocasionar enfermedades derivadas de la falta de aporte sanguíneo en cualquier zona del cuerpo (problemas oculares, digestivos, en las piernas y un largo etc).
A nivel cardiaco, aumenta el grosor de la pared del ventrículo y aparece cierta rigidez que dificulta su llenado, lo que puede producir insuficiencia cardiaca. Además, el aporte sanguíneo al miocardio disminuye lo que, sumado al deterioro de las arterias coronarias, puede provocar enfermedades isquémicas (producidas por falta de riego), como el infarto de miocardio.
A nivel renal se produce un deterioro de las arterias que lo riegan, generándose isquemia de las nefronas, la unidad funcional del riñón. Esta destrucción progresiva e irreversible favorece el aumento de excreción de proteínas por la orina, por lo que se considera un buen marcador de daño renal.
A nivel del SNC (Sistema Nervioso Central) se pueden producir infartos o hemorragias cerebrales.
¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR?
El mejor tratamiento para la hipertensión arterial es su prevención. Para ello, es fundamental llevar un estilo de vida saludable:
– No fumes. El tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Dejar de fumar es más efectivo que cualquier medicación para la hipertensión.
– No consumas alcohol. Por norma general, se aconseja que los hombres no beban más de dos vasos de vino al día y las mujeres no más de uno.
– Controla tu peso. El sobrepeso es una causa de hipertensión. Rebajarlo reduce la presión arterial y además disminuye el riesgo cardiovascular y de diabetes.
– Haz ejercicio. La realización de ejercicio físico tiene multitud de beneficios: baja las cifras de presión arterial, aumenta la masa muscular y la capacidad de esfuerzo, ayuda a controlar el peso y disminuye el riesgo cardiovascular. Basta con caminar a paso rápido durante mínimo 45 minutos todos los días para notar la mejoría.
– Cuida tu alimentación. Los hipertensos deben disminuir el consumo de sal y alimentos que la contengan. También es necesario mantener a raya el colesterol LDL, para lo que es importante:
- Consumir frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales.
- Usar aceite de oliva como grasa principal.
- Incrementar la ingesta de aves y pescado en detrimento de las carnes rojas.
– Medicación. Si aun llevando un estilo de vida saludable eres hipertenso, es posible que debas seguir un tratamiento farmacológico. Consulta con tu médico.
– Control. Es muy importante que controles de manera periódica los niveles de presión arterial para evitar las consecuencias de valores altos. Puedes incluso llevar un control cómodamente en tu casa con nuestros tensiómetros.
Si tienes alguna duda o necesitas más información o consejo, puedes ponerte en contacto con nosotros, o pasar por nuestra farmacia en Gorliz, donde controlamos la presión arterial de manera gratuita.